El Sermón de la cancha.
Bienaventurados
los niños que juegan
en las favelas
porque ellos serán estrellas.
Bendito sean los jugadores
que hagan una pared
con su compañero
porque ellos recibirán el balón.
Bienaventurados
los hinchas de equipos chicos
porque la paciencia
tendrá su recompensa.
Bienaventurados
los que hacen lujos
para la galería
porque ellos escucharán los aplausos.
Bendito sean
los que se llevan
el equipo al hombro
porque ellos no serán substituidos.
Bienaventurados
los niños que sueñan
con ser futbolistas
porque ellos defenderán a la selección.
Bendito sean
Los que hacen feliz al balón
Porque con ellos se ganan los partidos
Y se embellece la vida.
Antes les fue dicho
hay que insultar
al equipo contrario
mas yo le digo: Hay que respetar al jugador.
Guardaos de la vanidad
quién piensa más en su look
que en el balón
no merece ser jugador.
Cuando des un pase
no mires a quién
que no sepa tu pie izquierdo
lo que hace el derecho.
Cuando te encuentres frente al arco
no pienses demasiado
sigue tu instinto y patea,
verás como los goles llegan solos.
Quién guarde estas palabras
será sabio:
se vive como se juega
y que el reino del fútbol sea contigo.
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